Marco, nombre ficticio, se ha lamentado de no encontrar apoyo en las autoridades católicas para realizar el importante paso que cambiará su vida.
"He hablado con el sacerdote de mi parroquia pero me he encontrado con un muro de goma". (...) "Con el obispo me ha ido peor", ha explicado.
Al final, el homosexual, contará con la ayuda de Casapound Italia, una asociación de promoción de la justicia social. El portavoz de esta organización, Massimo Carletti, ha confirmado que colaborarán con Marco, porque "todos los hombres y mujeres deberían ser iguales y tener las mismas posibilidades. Aunque se pase de un lado al otro".
Carletti ha además subrayado las "muchas virtudes" de Marco, además de su "fuerte ideal cristiano, justo el que la Iglesia le quiere negar".
El hombre que pretende cambiarse de sexo en los próximos meses, dejará en mayo su trabajo y viajará a un país del norte de Europa para someterse a la operación.
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