Las selecciones de fútbol de Brasil y Alemania disputarán mañana, en la ciudad germana de Stuttgart, un partido que, al menos para los sudamericanos, tendrá una importancia que va más allá de un amistoso.
El duelo ante un adversario "fuerte" ocurre menos de un mes tras la eliminación de Brasil en cuartos de final de la Copa América de Argentina, en un partido en el que los pentacampeones desperdiciaron cuatro cobros de penal y fueron derrotados por Paraguay.
En un año bajo el comando del técnico Mano Menezes, Brasil ha cogido cinco victorias ante Estados Unidos, Irán, Ucrania, Escocia y Rumania, pero cayó ante adversarios de peso como Argentina y Francia y empató sin goles con Holanda, su verdugo en el Mundial de Sudáfrica 2010.
Clasificado automáticamente para el Mundial 2014, por ser el anfitrión, Brasil depende ahora de los amistosos, preferiblemente con selecciones de punta, para entrenarse con miras a la Copa Confederaciones 2013 y a la Copa Mundial del año siguiente en la que la hinchada nacional espera asistir a la conquista del hexacampeonato, aplazado por eliminaciones en cuartos de final en Alemania 2006 y Sudáfrica 2010.
El partido de este miércoles es perfecto para la estrategia de Menezes, ya que el adversario es un tricampeón mundial, pero al mismo tiempo, en los 20 duelos entre los dos equipos hasta hoy, el balance es favorable a los brasileños, con 12 victorias, tres derrotas y cinco empates.
La victoria más importante fue en la final del Mundial de 2002, en la que Ronaldo "Fenómeno'" anotó los goles del triunfo por 2-0 que garantizó el "pentacampeonato" a los brasileños.
Sin embargo, mañana, el once titular que ingresará a la cancha del recién remodelado estadio Arena Mercedes Benz, de Stuttgart, tendrá como estrellas a jugadores muy jóvenes, como Neymar, Paulo Henrique Ganso y Alexandre Pato.
El partido es aguardado con ansiedad y quizás con un cierto pesimismo por parte de los analistas deportivos brasileños que han aumentado sus críticas a Menezes después de la deslucidísima actuación de la "canarinha", en Copa América que culminó con una vergonzosa eliminación en cuartos de final, en una tanda de penales en que todos los cuatro jugadores marraran sus disparos.
Recibido de brazos abiertos y con elogios por los analistas, tal vez por la incompatibilidad de grande parte de ellos con el ex seleccionador Carlos Dunga, Menezes completó este mes un año en el puesto, pero la falta de resultados más expresivos parece haber mermado ese apoyo.
Aunque se reconozca que es un periodo de transición, a raíz de la renovación con miras a formar para 2014 un plantel más joven que el de Sudáfrica 2010, y que, por lo tanto, Brasil hoy es "un equipo en construcción", como ha enfatizado el prestigiado comentarista PC Vasconcelos, del canal televisivo SporTV, hay cosas que no se tolera de una selección brasileña.
El propio Menezes lo admitió hoy, en una rueda de prensa tras comandar el único entrenamiento de cara al duelo del miércoles: "Brasil siempre va a un partido para ganarlo. Eso vale también para un clásico como éste", enfatizó.
El estratega fue mantenido en el cargo por la Confederación Brasileña de Fútbol pese al desastre de Copa América y se supone que una derrota mañana también no hará con que pierda el puesto. Sin embargo, aumentarán las apuestas de que Menezes no llegará al Mundial de 2014 en el comando de la selección anfitriona. (Xinhua)
No hay comentarios:
Publicar un comentario